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Desde finales del siglo xv, la globalización temprana, con la formación de la monarquía española, la expansión imperial y el comercio colonial, abrió un contexto de oportunidades sin precedentes. Las posibilidades de enriquecimiento, de comunicación y de circulación de recursos, ideas y saberes se multiplicaron progresivamente. En esta apertura globalizadora se formaron redes sociales selectivas cuyos miembros operaban a caballo entre las comunidades locales, la corte y el imperio. Los capitales, relaciones y modelos captados en las estructuras del imperio y en la economía globalizada permitieron a determinados grupos construir hegemonías locales y ampliar sus posibilidades de dominación. Sin embargo, este proceso produjo contrastes crecientes entre minorías globalizadas y mayorías enclavadas. Benefició especialmente a los grupos mejor conectados con las nuevas fuentes de riqueza y de poder, pero también alteró los equilibrios locales, generando desigualdades y tensiones en el seno de las comunidades.
Para observar esto, es necesario reducir la escala de observación. Combinando trabajos de historia social del poder y de historia social del arte, el libro se centra en la captación de recursos por vascos y navarros en las estructuras de la monarquía imperial y en la economía transoceánica, con el objeto de observar el impacto que estos recursos tuvieron en las comunidades locales. Doce historiadores analizan sus consecuencias para la renovación de las élites dirigentes y la reconfiguración de las jerarquías sociales; los cambios materiales, realizaciones artísticas y representaciones simbólicas que se financiaron con aquellos capitales; las transformaciones que se produjeron en el seno de las comunidades, así como los contrastes y conflictos que esta historia conllevó.
José María Imízcoz Beunza y Elena Llorente Arribas
ISBN: 978-84-19661-77-7
Núm. de páginas: 556 / Ilustraciones en COLOR y B/N
Rústica con solapas / 140 x 215 mm